Las siguientes falsetas de malagueñas se articulan sobre el compás de la siguiriya. Las partituras llevan un compás tripartito de 2/4, 6/8 y 1/4 marcado "1 y 2 y 3 y a 4 y a 5 y". Las barras verticales gruesas indican el comienzo de cada compás de la siguiriya. Las falsetas consisten en dos arpegios básicos, principalmente p-a-m-i en los tiempos 1, 2 y 5 y p-a-m-i-p-a en los tiempos 3 y 4.
Ramón Montoya sería el primero en grabar este mecanismo, tal y como se escucha en la reedición en dos CD de Sonifolk de su obra completa en concierto (CD1 pista 8). Observa que la falseta comienza en el primer intervalo largo del compás de la siguiriya (el tiempo 3). Hacia el final, ralentiza bastante y repite el arpeggio de seis pulsaciones en la conclusión. Cejilla al uno.
Niño Ricardo grabó una idea muy parecida en 1966 en una jabera interpretada por el Chocolate. La falseta también aparece en una malagueña de la Andalucita en 1930 ("Un niño recién nacido"), en la malagueña en concierto del disco de Hispavox y en una malagueña de Caracol ("Qué bonita era"). Al final del primer pentagrama, el último arpegio pasa por la primera cuerda al aire. Al final del segundo pentagrama, con la tercera cuerda al aire anticipa el cambio al acorde sol novena. La barra doble al final del último pentagrama indica que los dos últimos arpegios se ejecutan fuera del contexto rítmico. Cejilla al cinco.
Paco de Lucía grabó una extraordinaria versión en 1967 como parte de su malagueña "En la Caleta". Con esta falseta no sólo quedan patentes su conocimiento de la guitarra flamenca y su talante de gran guitarrista, sino que se observa cómo desarrolló las bases de la idea de forma asombrosa, al igual que hizo con otras falsetas arpegiadas de sus primeras grabaciones, como las de "Viva La Unión" o "Reflejo de la luna".
A diferencia de las otras dos falsetas, ésta comienza en el primer intervalo corto de la siguiriya (el tiempo 5). Observa que en el segundo arpegio no se pisa la tercera cuerda. Al final del primer pentagrama, anticipa el cambio de acordes fa-sol subiendo la cejilla en la última nota del arpegio antes del tiempo 2. Observa que la tercera cuerda al aire al final del tiempo 2 está también presente en el mismo punto del pentagrama siguiente. Los dos últimos acordes se pueden pisar con los tres dedos primeros (índice a anular). El segundo pentagrama repite el primero, aunque ampliando la conclusion para alcanzar unos tonos más altos. En esta ocasión, los dos últimos acordes se pisan con los tres últimos dedos (medio a meñique). Observa que la transición entre estos dos acordes implica un salto de cinco trastes, desde la segunda cuerda al ocho hasta la tercera cuerda al tres. Tras pulsar el más agudo de estos tonos, se efectúa un glissando que baja dos trastes sin apartar los dedos de las cuerdas (se escucha en la grabación), se coloca el dedo medio en la tercera cuerda, y el ligado se hace con el anular. En el tercer pentagrama, se pisa el acorde do séptima con los tres primeros dedos y, en la pulsación, el pulgar y el índice coinciden en la tercera cuerda. La primera nota del arpegio en el tiempo cinco (el tono la del acorde de fa) se pisa con el anular. La nota repetida en la segunda cuerda será un pequeño error en la ejecución, ya que suena bastante mejor un arpegio normal en los tiples. En los arpegios siguientes, el glissando y el ligado se hacen con el meñique. En el cuarto pentagrama, el acorde la menor con cejilla en el tiempo 5 hay que pisarlo con anular y meñique para poder articular el acorde de si séptima que viene después. En este último acorde, vemos una vez más que el guitarrista anticipa el cambio de acorde, subiendo la cejilla dos trastes en la última nota del arpegio. En el quinto pentagrama, el último arpegio del acorde si séptima (tiempo 5 del primer compás) pasa por la tercera cuerda al aire, momento que se puede aprovechar para bajar la mano hasta la primera posición. El fa en la cuarta cuerda en este arpegio es apenas perceptible en la grabación, y quizás pise la cuerda al aire. Hacia el final del séptimo pentagrama (tiempo 2 del segundo compás), uno de los arpegios es sustituido por el contrapunto rítmico. La falseta termina en la quinta cuerda al aire y el clásico cierre de la malagueña. Cejilla al dos.
