Compás de soleares
La soleá (soleares) es uno de los estilos fundamentales del cante, del toque y del baile. Tiene un ritmo, o compás, peculiar que se encuentra en otros palos como las alegrías y demás estilos que forman el grupo de las cantiñas. El ritmo consiste en doce tiempos, con acentos en los tiempos 3, 6, 8, 10 y 12. La tensión comienza en el 3, aumenta en el 6, llega al máximo en el 8 y se resuelve en el 10. Debido a la distribución irregular de los acentos, podemos interpretar los doce tiempos de varias formas: un compás de doce tiempos; dos compases de tres tiempos y tres compases de dos tiempos (3+3+2+2+2=12); o cuatro compases de tres tiempos (3+3+3+3=12) con los dos primeros compases acentuados en el tercer tiempo (1, 2, *3*), el tercer compás acentuado en el segundo tiempo (1, *2*, 3) y el cuarto compás acentuado en el primer y tercer tiempo (*1*, 2, *3*). Mira los esquemas abajo:
Un compás de doce tiempos, con los tiempos acentuados entre parentesis:
Dos compases de tres tiempos y tres compases de dos tiempos (3+3+2+2+2=12):
Cuatro compases de tres tiempos (3+3+3+3=12):
Las partituras suelen ser del último formato, en el que la soleá se escribe en un compás de tres por cuatro. Echa vistazo a las falsetas para verlo mejor.
El ritmo de bulerías es básicamente una versión acelerada del de la soleá.
Compás de siguiriyas
Al igual que ocurre en la soleá, el compás de la siguiriya se puede marcar en doce tiempos con los mismos intervalos entre los tiempos acentuados. Sin embargo, la siguiriya comienza y termina en puntos distintos a los de la soleá, y su dinámica de tensión y resolución también es distinta. Empleando la misma enumeración de los tiempos que hemos usado para la soleá, el compás comenzaría en el tiempo ocho:
Aquí, todo marcha más de prisa que en la soleá, y por tanto es más lógico contar solamente los tiempos acentuados, lo cual nos deja con cinco tiempos en intervalos desiguales. El siguiente diagrama incluye sílabas para ayudar con el marcaje del compás. Comenzando en el primer tiempo, el resultado sería:
Los intervalos entre los tiempos ya no son todos iguales, puesto que algunos tiempos tienen una mayor duración. Son iguales los tiempos 1, 2 y 5 (dos corcheas en el diagrama de arriba) y los tiempos 3 y 4 duran el 150% de este valor (tres corcheas). Hay que tenerlo bien en cuenta ya que en semicorcheas habría cuatro notas en los tiempos 1, 2 y 5 y seis notas en los tiempos 3 y 4, mientras que en seisillos habría seis y nueve notas, respectivamente. Observa:
Las seis semicorcheas en los tiempos 3 y 4 del segundo ejemplo hay que acentuarlas resaltando su condición ternaria (tres grupos de dos) y no binaria (dos grupos de tres). Al respecto, vemos a continuación un remate clásico y dos formas de interpretarlo. El símbolo ">" indica la acentuación.
Históricamente, la siguiriya no se ha llevado al pentagrama con resultados muy acertados. Se suele escribir en compás alterno de tres por cuatro y seis por ocho, aunque el resultado comienza en el tiempo 5, como se ve a continuación:
Las barras de compás más gruesas en las partituras facilita la lectura de estas y convierten el compás alterno en tripartito, con un compás de dos por cuatro (tiempos 1 y 2), un compás de seis por ocho (tiempos 3 y 4) y otro compás de uno por cuatro (tiempo 5), como se ve a continuación:
Así, el ritmo se representa de forma mucho más lógica y, a la vez, se evita la ruptura total con el sistema empleado hasta ahora. Mira las falsetas para verlo mejor.