Qué trabajitos me cuesta
de buscar mi bienestar
a las puertas que yo me arrimaba
todas las veo cerradas
Me acuesto y sueño contigo
me desvelo y no te veo
a voces la muerte pido
Siento que me daban
que me estaban dando
Jesús que me daban a mí
los sudores de la muerte
cuando me acuerdo de ti
¿Qué quieres de mí?
hasta el agüita que bebo
te la tengo que pedir
Válgame Dios flamenquita
me juegan consejo de guerra
si me ven hablar contigo
gitana por Puerta de Tierra
Ay mandilón mandilón
que de cabeza te meto
yo te meto en el pilón
Válgame Dios serranita
yo he pasado por tu puerta
tiré un puñado de papeles
me se volvieron mosquetas
Ay que te quiero
pero de lachi
no te lo peno
Anda vete que no quiero
a deshoras de la noche
darle cuenta al pregonero
Vente conmigo
dile a tu madre
que soy tu primo
Como yo sé que contigo
no me voy a lograr
así mis penas quieren venir para menos
siempre van a más
Como a una cosa mía
te he mirado yo
pero quererte como yo te quería
ya eso se acabó
Siente tú mis fatigas
siente tú mis penas
que yo también voy a sentir las tuyas
cuando tú las tengas
Tu madre me ha despreciado
se va a arrepentir tu madre
de ese mal paso que ha dado
Tú dices que no me quieres
pena no tengo yo ninguna
porque yo con tu querer
no tengo hecha escritura
Puesta en el altar mayor
no te van a mirar los santos
como te he mirado yo
Ay que te quiero
y tú no lo sabes
y eres la causa
de todos mis males
No quiero que hables con nadie
nada más con el confesor
con tu padre y con tu madre
Yo no sé por qué motivo
esta gitanita lo hace
tan malamente conmigo
Por usted yo te daba mi vida
si no te vas de la vera mía
Ay que te quiero niña
más te quisiera
si la madre que tienes
te se muriera
Qué corazón más duro
tiene esta mujer
con que ya sabe que yo me muero solo
no me viene a ver
Te fuiste de mi vera
sin apelación
ahora tú vienes hincada de rodillas
pidiendo perdón
Qué desgracia es la mía
con quien vine a dar
con una hija de una malita madre
harta de rodar
Compadrito mío Cuco
llámame a mi madre
que yo me muero y en esta casapuerta
revolcado en mi sangre
Qué locurita era negarlo
pero tú para mí acabaste
y así vivieras cien años
Qué dolor de madre mía
¿cuándo voy a tener otra madre
como la que yo tenía?
Si no es verdad
que Dios me mande un castigo grande
si me lo quiere mandar