Miraba de trecho en trecho
por si la veía venir
por la linde del barbecho
Una falta la tiene cualquiera
no la aborrecí por eso
que traté de comprenderla
Era un peligro tan grande
que yo me acordaba de mi Juanito
a tirones de la sangre
Soy más firme que las cuatro
columnas de la alameda
los hércules y los leones
y el hierro que las rodea
Si me rebelo
que (hay muchas?) cosas
que yo no quiero
Ni gritos ni voces
que ni dolor sentía
era la rabia era la pena de que me amarraran
lo que a mí me dolía
Ya habían dado las doce
cuando lo sacaron
ya no son blancas las blancas paredes
donde lo mataron
Qué buena es la tierra
si hubiera otro amo
como yo andaba a salto de mata
me fui para otros pagos
Le pedí que me ayudara
y no me negó favores
ese fue el punto y la hora
en que empezaron mis dolores
Las vueltecitas que este mundo ha dado
como lo mismo me quitó que me ha dadito
ni he perdido ni he ganado
Mis penas las llevo yo
y cada uno siente su duelo
¿para qué las voy a publicar
si nadie siente el ajeno?
Si quieres irte vete
vete a la calle
carretera y manta
que la puerta está abierta
y no tiene llave
rompe la trama y corre
no vuelvas ni la cara para atrás
Si quieres venir
no vengas por Dios
estoy harto ya de sufrir
vivo mejor sin ti
te lo digo yo al revés
Y con tantos males
si al fin y al cabo serrana has venido
a coger lo que sembraste
No me llegaban las fuerzas
como no deje el empeño
de maña y de firmeza
El corazón mío
a golpecitos me lo van batiendo
igual que el hierro encendido
A mí me sacan del calabozo
me llevan por la muralla
hombres, niños y mujeres
del sentimiento lloraban
¿A qué me dan a mí tanto palo?
¿qué delito he cometido yo?
y es que me he quedado dormido
y el sueño rinde al león
Y sí, sí, no
la casa de los Montoya
tembló pero no cayó