Yo estaba ciego y no veía
ya se me quitó la venda
gracias al Cielo
que tan ciego me tenía
De por Dios yo a ti te lo estaba pidiendo
yo te lo ruego a ti de por Dios
cuando me veas por la calle
triste y abatido
tú no me digas adiós
Subí al Cielo y hablé con Dios
yo hice escriturita con Dios
que el día que tú te mueras
con lo que te camelo
me tengo que morir yo
Y hasta las claritas del día
me la dejabas entreabierta
entrañas de mi cuerpo
porque la puerta crujía
Cuando tú a mí me echaras de menos
te tienes que volver loca
vas a venir a buscarme
como un caballo sin freno
y el pedazo de pan que te comas
te va a servir de veneno
Dinero
yo a ti nunca te había pedido nada
quiero que vengas a verme
de tu propia voluntad
Me iré al monte con las fieras
que por ti vivir no puedo
donde la gente me vea
Toma ya mi corazón
con grillos, cadena y llave
ábrelo y métete dentro
porque tú solita cabes
prima de mi corazón
Por la niña de la bamba
paso yo más sofocones
que el bendito san Antonio
aquel de las tentaciones
Adiós madre de mi alma
me voy y ya no vuelvo más
y tú te quedas en la casa
a implorar mi libertad
Y el barco ha levantado el ancla
y del muelle se retira
dejando la capital
de un negro luto vestida
Virgen del Carmen valerme
que yo me muero de pena
que he perdido las esperanzas
como aquel que lo condenan
Murieron mis esperanzas
ya se acabó mi alegría
y no hay penita en el mundo
que se iguale con la mía
Trin, trin, que a la puerta llaman
trin, trin, que ya están abriendo
Serían las cuatro de la mañana
y mi madre a mí me encontró
y a mí me dijo: hijo mío de mis entrañas
y la carita me la limpió
Que yo la perdone
que se arrepintió
con aquel peine que otros se han peinado
no me peino yo
Tú has hecho conmigo
una villanía
y así lo hagan contigo
los moros de la morería
Grandes momentos tengo en la noche
que la muerte apetecía
y cuando Dios no me la mandaba
no me la merecería
Tengo un molino que muele
azuquita, canela y clavo
lo que mi niñita quiere
A la del Carmen se lo había pedido
a la del Carmen se lo había yo rogado
que no me dieras tú a mí más tormentos
porque yo bastante he pasado
Y yo por ver a mi madrecita diera
un dedito de la mía manita
el que más faltita me hiciera
¿Quién me compra estas babuchas?
yo baratitas las voy a endiñar
que yo se las quité durmiendo
a un morito en Tetuán
Al pasar por tu casa un día
al acordarme donde tú vivías
me acordaba yo de aquellos ratitos
que yo contigo tenía
Corre, ve y pregúntale a un sabio
cuál de los dos perdió más
si el que comió de sus carnes
o el que publicó su mal
Mariquilla fuiste el demonio
que por cuatro cuartos
vendiste el moño
Para ti que nadie lo sabe
y los ciegos están vendiendo
papelitos por la calle