Trin, trin, a la puerta llaman
trin, trin, no sé quién será
Hermanos míos cuántos sois
que no lloréis ni tengáis pena
que mientras yo viva en el mundo
habrá rescoldo entre los Mairena
La casa de los Mairena
que honra fue de los calés
El que viene ciego al mundo
sin la esperanza de ver
no tiene tantas duquelas
como el que ha visto y no ve
Tanto como te quería
se me ha quitado la venda
que tan ciego me tenía
Dos vereditas iguales
¿cuál de las dos voy a coger?
si escojo la de mi gusto
mi perdición ha de ser
Yo sembré en una maceta
la semilla del encanto
y me salió la violeta
Allá dentro veo
un barril tapado
y digo que será
vino amontillado
Este luto que llevo
en mi corazón
desde aquel día que aquella gitana
a mí me dejó
Al Señor de la Insignia
le ayuno sus viernes
para que pusiere a mi padre bueno
aunque yo no lo viere
En el altar yo te pongo
te pondré a ti yo
y es un juramento que había echadito mi madre
que lo cumplo yo
A un toro de plaza
no le temo tanto
como le temo a una mala lengua
y a un testigo falso
Con Undebel hablo y le digo
hablo con mi Dios y le digo
que me parece mentira
lo que tú haces conmigo
Si la publico me pierdo
si me quedo calladito también
yo no tengo otro remedio madre
que encomendarme a Undebel
No te pongas colorada
no te pongas de tantos colores
que tú me haces prevaricar
Ven acá y siéntate aquí
ven acá y te sientas a la vera mía
tú en una sillita y yo en otra
y a mí me cuentas tus alegrías
que las mías eran muy pocas
Caballero, caballero
es mi madre una gitana
y mi padre es un caballero
de esos que pelan borriquillos
en la puerta del matadero
Jesús qué barbaridad
los toros y los caballos
por casta se han de buscar