Tú vienes a que te perdone
y no te miro a la cara
si no te quisiera tanto
tal vez que te perdonara
Yo en mi vida he murmurado
lo uniquito que yo he dicho
y yo no me arrepiento
que a la calle me has tirado
Te quise sin darme cuenta
y ahora que olvidarte quiero
como bien te camelo
qué trabajito me cuesta
Yo no sé por qué será
me duelen más que las mías
las penas de los demás
Vente conmigo
a la retama
de los olivos
Todo el que diga que no siente
dolor en el corazón
es que corazón no tiene
para poder sentir el dolor
El querer de una mujer
un puñal de doble filo
piensa siempre que el querer
está pendiente de un hilo
Dicen los doctores
que me encuentro malo
malito de muerte
por Dios llamadme a otro doctor
para que me quite las penitas que yo tengo
dentro de mi corazón
¿Qué es aquello que reluce
en medio de los olivares?
son los ojos de mi gitana
que parecen dos cristales
Valientemente gitana
como tu cara no tiene fin
que te camelo yo como a mis carnes
vente conmigo a vivir
Porque me mira me mira
me mira y me llora
me dice bajito
por qué te enamoras
Tu mano junto a mi piel
tu boca junto a la mía
vivir sin ti yo no puedo
vivir sin ti vida mía
Y lloro y lloro
lloro por ti vida mía
Tú te tienes porque sabes
y el saber no te ha valido
yo he tocado a tu persona
todo el tiempecito que yo he querido
Es tu barca canastera
la más bonita
hecha de varas y mimbres
el sentido me quita
Nadie se arrime a mi cama
estoy hético de pena
el que de mi mal se muere
la ropita va y se la queman
A la playa me voy
por la mañana
para hablarle yo a las olas
de mi gitana
Sé que te llamas María
y por apellido Rosa
vale más tu dulce nombre
que el Pilar de Zaragoza
A los titirimundis
que yo te pago la entrada
que si tu madre no quiere
que ¿qué dirá, qué dirá?
que ¿qué dirá, qué dirá?
y ¿qué tendrá que decir?
que yo te quiero y te adoro
que yo me muero por ti
Me estoy pudriendo
en esta prisión
me estoy pudriendo
sin motivo ni razón
Quién pudiera convertirse
en la sombra y la libertad
para quitarle las cadenas
a todo el que está en el penal
Anoche tuve un ensueño
lloraba mientras dormía
y yo solo me pregunto
que el querer nunca se olvida
Si muerta está que la velen
encomiendo yo el alma
a la Virgen de las Nieves
Tengo un canasto
lleno de rosas
hasta lo alto
Mal fin tenga este sueño
que tanto he dormido
se han llevadito a la madre de mis carnes
y no la he sentido
Dios mío ¿qué es esto
que me está pasando?
se me ha liado una soga al cuello
que me está ahogando
Mi hermana Alejandra
a la calle me echó
Dios se lo pague al guarda de consumo
que me arrecogió
Cuantos momentos
cuantas cosas me recuerdan que tuve contigo
tuvimos juntos
no se me apaga la vela que
tengo por tu cariño
Solo siempre muy solo
debo de ser un solitario
entre quebrantos y penas
entre sueños y desengaños
De nuevo a casa
sabiendo que no hay nadie
y yo me vuelvo loco
me pongo a hablar con el aire
No se me va
de mi cabeza a mí no se me va
que me trataste bien
y te pagué muy mal
No se me va
por mucho que yo quiera
me tengo que acordar
de aquellos momentos
que me hiciste pasar
de aquellos momentos
que no volverán
De prisa como el agua del río
como el aire que va yo voy a verte
pero tu cara se me pierde entre las sombras
porque la noche es más larga que la muerte
Y tengo ganas de que pase el tiempo
y que el viento se lleve mis deseos
quiero ser libre como son las cometas
y galopar en el tiempo
Si algún día me da por volver
iré con el alba
como la brisa fresca
que trae la mañana
¿Donde estuviste anoche
que mis ojitos a ti no te vieron?
quiéreme con el alma
que con el alma te quiero
por haber nacido libre
como el aire y como el viento
libre te quiero
Ya llegó la horita
la horita buena
de poder navegar
en una barquita chica
desde Cádiz a Gibraltar
Hay amor puro
flores lilas
el querer de mi madre
no me se olvida
el querer de mi madre
para toda la vida
En mi barrio conocí
a una mala compañera
que se llamaba heroína
y no puedo apartarme de ella
Y yo no sé qué hacer
y yo no sé adónde ir
y tengo que robar
para poderla conseguir
Sin ti vuelvo a cantarle la luna
sin ti vuelve a escucharme la noche
y si me ven endrogarme
que nadie me lo reproche